sábado, 23 de noviembre de 2013

Una lectura alternativa al despegue rural de Webb

Por José Gallardo y Piero Ghezzi.
  
En un oportuno y comentado libro (“Conexión y Despegue Rural”), Richard Webb señala recientemente que dos fenómenos claves se han observado en el sector rural desde los años 90: el despegue de los ingresos y una explosión de la conectividad. Según el autor, la coincidencia sugiere causalidad: mayor conectividad, como resultado del acceso a telefonía móvil y redes viales, permite emprendurismo. Esto ha jugado un rol esencial en el incremento de los ingresos rurales.

La lectura más optimista, y más difundida,  de los resultados de Webb es que confirman que el crecimiento resuelve los problemas económicos del país, inclusive el ancestral aislamiento rural. Con tiempo el ingreso del sector rural convergería al del urbano, proceso que ya comenzó.

Nuestra lectura es distinta. Los hallazgos de Webb transmiten tres mensajes claves:
  
(A) La conectividad aumentó por decisiones explicitas de política económica.
  
Webb resalta correctamente la causalidad de conectividad hacia el crecimiento. Pero el aumento en conectividad no fue consecuencia inexorable de la evolución de la economía, sino se debió a decisiones de política económica.

En conectividad vial, el impulso de las redes de carreteras se derivó de reconocer el efecto complementario de la infraestructura sobre la inversión privada y la decisión de destinar un presupuesto mayor para estos fines. En la expansión del servicio eléctrico, se decidió no expandir el subsidio para quienes ya tenían el servicio, vía ampliación de esquemas como el FOSE (el subsidio urbano a quienes consumen menos de 100kwh). En su lugar, se dirigieron recursos a la expansión de la electrificación rural. El coeficiente de electrificación rural, que era 29,5 en el 2007, creció a 63.0 en el 2012.

En conectividad móvil las decisiones de política fueron más explícitas y de mayor repercusión. Se tomaron medidas de competencia y regulación que permitieron menores precios, mayor cobertura geográfica y mayor acceso. En el 2005, únicamente 450 de los más de 1,800 distritos del país tenían cobertura móvil parcial o total. Luego de decisiones relevantes en el 2005, la cobertura creció rápidamente a 1,250 distritos en el 2007.

Dos decisiones de política económica explican el crecimiento de la conectividad móvil:

La primera decisión consistió en crear mayores condiciones de competencia. Se eliminó la incertidumbre respecto de los cargos de interconexión en redes móviles, la cual había paralizado al sector por más de dos años. A partir de la regulación de los cargos en el 2005 (con un cronograma pre-establecido de convergencia hacia costos), se compatibilizó los objetivos de expansión y reducción de precios. Con reglas de juego claras, la entrada de América Móvil aumentó la competencia. En la medida que su modelo de negocio se enfocaba en la penetración en el segmento de bajos ingresos,  se logró una sustancial expansión del acceso en las zonas cubiertas y de las redes hacia las no cubiertas.

La segunda decisión consistió en usar regulación para permitir que personas de menores ingresos pudieran usar el servicio telefónico. Se disminuyó las tarifas desde teléfonos públicos hacia redes móviles en el 2006. Eso fue posible gracias a la reducción de los cargos móviles desde un rango entre 0,20 a 0,25 US$ hasta 0,09 US$ aproximadamente, y a la regulación de otros cargos de interconexión y transporte. Como resultado, las tarifas desde teléfonos públicos hacia móviles se redujeron de 2,00 a 0.50 nuevos soles. La regulación de los cargos de interconexión y la reducción de la tarifa desde teléfonos públicos permitió que todas las tarifas móviles convergieran también a 0,50 nuevos soles.

El despegue rural ilustra como decisiones de política económica basadas en criterios técnicos pueden contribuir al desarrollo. Estas decisiones fueron difíciles de tomar. En su momento, existió oposición a ellas. Sin la voluntad de hacerlas, los hallazgos de Webb no hubieran sido posibles.
  
(B) Es necesario seguir enfocando esfuerzos en mejorar la productividad del sector rural. Parte del despegue rural es consecuencia del boom extractivo.
  
Es importante distinguir el aumento de los ingresos rurales resultado del aumento en la demanda agregada (mayor consumo) de aquel por aumento de la oferta (mejora en productividad). A la larga, lo que realmente importa es la productividad.

La mayor conectividad mejora claramente la productividad rural. Pero parte del aumento de ingresos rurales es también consecuencia de un aumento en el consumo resultante de los efectos directos e indirectos del boom minero. El crecimiento de ingresos rurales ha sido impulsado por un aumento de demanda agregada y tendría límites si no es complementado por medidas, que como el aumento en la conectividad, mejoren las capacidades productivas.
  
(C) Los resultados de Webb ilustran los beneficios de una mayor eficiencia en el uso de los recursos.
  
En el Perú parte importante de los incrementos en el presupuesto público se ha destinado a mayores compras o a generación de empleo público. Ese dinero debería ser reorientado a la creación de infraestructura física y social (educación, salud) y a financiar otras medidas que mejoren la competitividad. Esto supone decisiones presupuestales explícitas complicadas pero importantes.

En suma, el crecimiento dinamiza procesos, pero decisiones de política económica que apunten a mejorar las capacidades productivas del sector rural han sido y serán fundamentales para incrementar el impacto de esos procesos. 
  
Publicado el 6 de junio del 2013 en Gestión.

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