Transcurridas más de dos décadas desde la
implementación de las reformas estructurales, el Perú es considerado, con
justicia, un referente de fortaleza macroeconómica y de logros en la parte
social: el alto crecimiento, la baja inflación, la fortaleza fiscal y la
reducción de la pobreza son usualmente resaltados.
Pero el desempeño es desigual. Existen
también importantes rezagos en empleo, productividad y distribución de
ingresos, accesos y oportunidades. Estos indicadores son normalmente llamados
los pilares del bienestar y son los que más afectan la calidad de vida de los
ciudadanos.
En nuestro reciente libro (“Qué se puede
hacer con el Perú: ideas para sostener el crecimiento económico en el largo
plazo”) encontramos que sin cambios sustanciales al modelo el desarrollo
económico será seguramente esquivo.
Sin embargo,
existe un margen para la política económica. Muchos de los problemas del Perú
reflejan fallas en el proceso político. Estas deben ser combatidas con
liderazgo del Estado y creando burocracias técnicas especializadas en áreas
como educación, desarrollo rural y lucha contra actividades delictivas. También
proponemos ideas para diversificar la economía y generar nuevas ventajas
comparativas. Todo esto permitiría iniciar un círculo virtuoso de mejores
políticas económicas y fortalecimiento institucional, como ocurrió en la
macroeconomía.
En este blog, incluiremos artículos que
publiquemos en diversos medios sobre estos temas. Esperamos así fomentar el
debate y la discusión, entre economistas y también con miembros de otras
disciplinas.
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